Ha llegado para quedarse y su nombre es stress. Se trata de una de las grandes epidemias del siglo XXI y no la produce ningún virus. Está cada vez más presente en el mundo laboral, y es un compañero habitual de los estudiantes, sobre todo si se acercan fechas de exámenes. Pero, ¿sabes que existen dos tipos de estrés? Conoce a nuestro aliado, el eustrés, y a nuestro peor enemigo, el diestrés. Domínalos y haz que te sirvan de ayuda.
Índice
Estrés positivo y estrés negativo
Cuando se habla de estrés (del inglés stress, que entre otros significa tensión o presión), nos vienen imágenes a la cabeza de pérdida de control, nerviosismo y nos imaginamos ante una situación de amenaza. Lo interpretamos como un efecto negativo para nosotros. Sin embargo, como el ying y el yang, el estrés presenta dos caras.



El estrés es un mecanismo de supervivencia que tenemos por naturaleza, nos ayuda a reaccionar en situaciones que consideramos de peligro. Gracias a ello, al vernos en determinadas situaciones, nuestro cuerpo y nuestra mente reaccionan, volviéndonos más eficientes y creativos. Somos capaces de resolver situaciones que comprometen nuestra seguridad. En este escenario, el que entra en funcionamiento es el denominado eustrés.
Eustrés, estrés positivo como fuerza de empuje
El eustrés vendría a ser la forma original en la que se desarrolló el estrés en los animales en general. Como mecanismo de supervivencia, nuestras capacidades se multiplican y tenemos una mayor velocidad de reacción. Como ejemplo simple, recordad los documentales de animales: aquellos que ven peligrar su vida ante la amenaza de depredadores son capaces de correr más rápido, saltar más alto o de golpear más fuerte.
En el caso de los humanos, en particular, además de aparecer en situaciones de amenaza, se nos manifiesta cuando iniciamos una nueva etapa en nuestra vida. Cuando nos vemos motivados a emprender algo nuevo, somos más receptivos, estamos más atentos y encontramos más oportunidades. Es en esos casos en que el estrés se vuelve nuestro propulsor. Hay que aprovechar ese plus de energía. ¡Te quiero, eustrés!



El problema viene cuando nuestro cerebro, que es un poquito cabrón, empieza a fabricarnos problemas donde no los hay. «¿Y si sacan la convocatoria de las oposiciones para el mes que viene?», «Ya verás como me cambian el temario a falta de dos semanas», «Seguro que me encuentro con un tigre en el parque, se me come una pierna y no puedo hacer las pruebas físicas»… Es en este momento cuando el estrés negativo asoma la patita. Decidle hola al distress.
Distress, el estrés negativo que nos frena
En la sociedad moderna el distress o diestrés es una de las mayores causas de enfermedad existentes. En los últimos años se ha cuantificado que el estrés provoca el 30% de las bajas laborales en España, siendo el nuestro el país europeo con mayor estrés laboral.



Dice el dicho que hombre prevenido vale por dos (en genérico, que no se me enfade nadie por favor). El problema viene cuando vivimos instalados en el miedo por lo que puede venir. Tengo una buena noticia para vosotros: el 99% de las veces, lo malo no viene.
Vale, tengo otra noticia, menos buena: si os empeñáis en «que sí, que lo se yo, que el apocalipsis va a llegar», tened por seguro que lo hará. Principalmente porque vosotros solitos os habréis pintado una diana en el centro del pecho, invitando al francotirador a que haga blanco con vosotros.
Es cierto que son muchos (malnacidos) los que se aprovechan de la necesidad y el miedo ajeno para ejercer posiciones de control sobre los demás. No es de extrañar que sea tan frecuente el estrés laboral, dando como fruto que los cuadros de ansieda y depresión se multipliquen día tras día. Pero recordad esto siempre: vosotros tenéis el poder. En vuestra mano está haceros con el control de la situación y desterrar el distress de vuestro día a día.
Eustrés y distress: Mario Alonso Puig os lo explica mejor
Quien escribe este texto no es especialista en la materia, pero lo ha vivido en sus carnes recientemente (con baja médica por ansiedad incluida). En ese tiempo conoció al grandísimo Doctor Mario Alonso Puig, que desde entonces le sirve de mucha ayuda en el día a día. Podéis encontrar múltiples vídeos de sus conferencias en youtube, muy estimulantes para oposeros y opositores. Os dejamos con una breve conferencia en la que entenderéis mejor la diferencia entre el estrés positivo y el negativo:
(ง •̀_•́)ง
¡Ánimo Oposeros!
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